Sin entusiasmo, la acompañaba en sus aventuras por la montaña. Las zapatillas, aunque fueran buenas, no le resguardaban de las caídas. Era torpe para andar y sentía mucha angustia cuando entraba en aquellos caminos dificultosos. Se comportaba como un espectador en la vida de su novia. Observaba sus cambios de humor y la acompañaba a …