Queridísimo amor, Desde que me dejaste, el Ars Amandi que compartí contigo perdió las páginas como las cuerdas de esta guitarra que ya no ha vuelto a tocar. ¿Por qué me cuesta tanto todavía reconocer que no vas a volver? Por las noches, te sueño entre el edredón que me apretuja el cuerpo, pero solo …