Llegué agotada de trabajar y con ganas de tumbarme en el sofá. Empezaba el corto fin de semana, sábado a las 14:15. Tenía que aprovechar el tiempo para que después no me quedara la agridulce sensación de domingo a última hora de la noche. Sensación que se agota con el sonido del despertador del lunes. Y vuelta a …